(Cundinamarca, 18 de febrero de 2021). El Centro Femenino Especial José Joaquín Vargas de Sibaté, gracias a la gestión de la Beneficencia departamental, realizó una inversión considerable en la adecuación de espacios para las competencias y en material para los juegos deportivos y de mesa que se utilizan en los diferentes torneos internos.
Una acertada decisión si se tiene en cuenta que cerca del 60% de sus usuarias participan en actividades como dominó, parqués, rompecabezas, juegos deportivos y juegos tradicionales como tejo y bolirrana.
Y es que, cada uno de los centros de protección de la Beneficencia de Cundinamarca promueven diariamente el ejercicio físico y mental, con el fin de generar espacios de esparcimiento y ocio que propicien buenos hábitos y un estilo de vida saludable, especialmente en las personas con discapacidad.
Juegos como la boccia considerado uno de los mejores deportes adaptados para las personas con patologías mentales, físicas o cognitivas, hace parte de sus actividades semanales. Esta disciplina, para la cual existen diferentes clasificaciones según el nivel de funcionalidad de los jugadores, es practicada, en su mayoría, por personas en silla de ruedas con parálisis cerebral o discapacidad física severa.
Debido al Covid 19 la modalidad de entrenamiento, que se realiza una vez por semana, se modificó, pero no se suspendió porque este deporte y otros tantos que se practican en cada uno de los centros de protección de la Beneficencia mejoran en los usuarios la independencia y la motricidad y también facilitan la expresión de sus emociones en el diario vivir, generando una mejor convivencia en la institución.
Está demostrado que el deporte promueve beneficios indiscutibles para la salud física y mental de las personas con discapacidad y que la estimulación juega un papel determinante en los procesos de rehabilitación con miras a lograr mayor independencia, autorrealización y una vida social plena.
