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Experiencias comunitarias para la protección y cuidado del agua en Cundinamarca

(Cundinamarca, 7 de febrero de 2019) El programa Yo protejo ¡Agua para Todos!, de la secretaría del Ambiente de Cundinamarca, trabaja diversas estrategias para que las comunidades del departamento conserven los territorios en los que se produce el agua que beneficia a los habitantes del departamento.

Como parte de las actividades del Programa, los integrantes del acueducto veredal Asubrasil, del municipio de Viotá, se reunieron recientemente, con sus pares de Asochaina, organización campesina de Villa de Leyva, con el propósito de conocer e intercambiar las experiencias  de esta organización con más de 10 años de experiencia en procesos comunitarios de conservación del agua.

“Actualmente trabajamos en diferentes estrategias para la conservación de la calidad y cantidad del agua de las microcuencas que abastecen acueductos municipales o veredales, buscando que los acuerdos de conservación sean más permanentes en los territorios. En ese sentido, trabajamos de la mano con la Asociación de Acueducto Asubrasil que capta las aguas de la quebrada Ruicito y la suministra a los pobladores de seis veredas y un barrio del municipio de  Viotá, por lo tanto es un acueducto que puede generar unos procesos de participación de la comunidad en la conservación de los recursos hídricos y de la microcuenca que provee sus acueductos”, manifestó Bibiana Franco, profesional de asistencia técnica de Yo protejo ¡Agua para Todos!

Cabe destacar que Asochaina reúne siete acueductos veredales  de Villa de Leyva (Boyacá) y que a través de incentivos a la conservación tipo PSA y adquisición de predios, han  conservado más de 620 hectáreas en las cuencas de la quebrada Chaina y el río Cane-Iguaque, de las cuales se abastecen alrededor de 8.000 personas. La asociación Asubrasil, está vinculada al programa Pago por Servicios Ambientales - PSA -  Yo Protejo ¡Agua Para Todos!

La experiencia de las comunidades boyacenses supera los 10 años y  es un ejemplo de gobernanza y organización de los ciudadanos para el manejo de sus territorios y la protección del recurso hídrico. Inició gracias a la necesidad de mantener la única fuente de agua de la zona, la cual presentaba un alto deterioro y un caudal reducido en época de verano.

A partir de este momento la asociación realiza acciones de reforestación, educación ambiental, compra de predios, labores de vigilancia y entrega de incentivos económicos a la conservación, entre otros, para garantizar el abastecimiento a los pobladores.

Este tipo de actividades demuestra a los campesinos cundinamarqueses que a pesar de contar con recursos limitados y grandes retos, el trabajo organizado y en comunidad mejora la calidad y cantidad del recurso hídrico, incrementa la conciencia de los habitantes acerca del uso regulado de la fuente y de la necesidad de conservar estas áreas estratégicas para la captación y regulación del agua, además de obtener contribuciones por parte de los beneficiarios de los servicios ambientales para la continuidad de las acciones de conservación.

 

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