(Cundinamarca 25 de enero de 2019) Un grupo conformado por 75 habitantes de los municipios de Machetá, Villeta, Guaduas, Sasaima, Ubalá, Cabrera, Supatá y La Vega, cuyos predios hacen parte de las cuencas abastecedoras de estos municipios, inició en noviembre pasado el Programa de Formación y Capacitación en el marco de la iniciativa “Yo Protejo ¡Agua para todos!”.
“Uno de los componentes del programa, Yo protejo agua para todos, incluye un plan de formación y capacitación para quienes se vinculan, en el que son abordados temáticas relacionadas con ecosistemas, biodiversidad, problemática ambiental, normativa ambiental, y herramientas del manejo del paisaje entre otras. Los temas se desarrollan a través de jornadas de trabajo teórico-prácticas, tanto en aula como en campo”, manifestó, Ivonne Otero, responsable del componente de procesos participativos del programa,
El objetivo de la estrategia es lograr que aquellas personas que habitan o poseen predios en zonas de importancia hídrica adquieran herramientas para cuidar de sus territorios y garantizar la calidad y cantidad del recurso para más 82.000 personas que dependen y se benefician del mismo.
Durante los próximos 10 meses, a través de sesiones teórico–prácticas, estos protectores del agua podrán reflexionar, dialogar e intercambiar conocimientos sobre las formas en las que se puede cuidar el territorio y, a la vez, desarrollar actividades productivas.
La meta es que todos los integrantes del grupo fortalezcan sus conocimientos en torno a la vegetación, la fauna, el suelo, los cultivos, los habitantes de las microcuencas y comprendan la conexión vital de todos esos elementos con el agua, lo cual, se espera que derive en prácticas que beneficien a los ecosistemas de los que depende el recurso hídrico.
A esta iniciativa que busca la conservación de las áreas de importancia estratégica para la captación y regulación del recurso hídrico mediante la implementación de incentivos y el trabajo conjunto con las comunidades, se vincularán próximamente campesinos de Pasca, Arbeláez, Choachí, Fómeque, Pacho, San Bernardo, Viotá y Anolaima, donde se logrará vincular alrededor de 6.000 hectáreas a procesos de conservación.
